CAPÍTULO 5
Estaban Pacheco, Juampi, Cleto, Jhonn y Luis encerrados en el baño jugando a las adivinanzas. Como verán la mayor parte del plan consistia en eso, pero no todo. Tenian que esperar a que se hiciera de noche y todos se fueran a dormir ( se guiaban por el sonido, ahora se escuchaba afuera ruido y jaleo), asi que mataban el tiempo como podían. Aunque según Jhonn, “el tiempo no se mataba, no era un ser vivo”.
- “Blanco por dentro, verde por fuera, si quieres que te lo diga, ESPERA” - decía Luis a Jhonn, que iba cero puntos en adivinar - ¿la cachaste?
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| ¡¡¡¡TITO!!! |
- Eeeeeeeh, ¿ un moco? - dijo
- Noooo, la pera, ¿no entendiste? “ es pera, ESPERA
De repente se movió el picaporte y se oyeron forcejeos y unas quejas de alguien al otro lado de la puerta:
- ¡ quien anda pog ahí, debo libegag a willi! - dijo con acento francés - pog favore apugese!
- No le interesa, yo hago caca a mi ritmo y no me moleste! - dijo Cleto con su vozarrón, estaba ya planeado.
- o o o..., ¡mamma mia! con vocé no me meto! - exclamó.
- Si quiere hacer número 2, hagalo en un barril! hay en la despensa - le gritó Cleto- y si es número 1 tiene un océano inmenso todo para usted! ¡y ahora váyase!
Siguieron asi sin nada que hacer unas cuantas horas mas, y les empezó a dar hambre y sed:
- ¡Uf! extraño el jugo de papaya, aunque sea tan feo.
- ¡¡¡¡yo querer comer!!!! - se quejaba Cleto - ¡¡¡¡yo querer flan!!!!
- ahora seria buen momento para tomar un poco de sol, o palo, esas bebidas de las que hablabas esta mañana - le dijo Jhonn a Luis, malhumorado
- creo que ya es hora de salir, chicos, silencio - susurró Juampi. Afuera había silencio y no se escuchaba ningun ruido.
Abrieron la puerta muuuuy lentamente y sin hacer ruido y vieron que todo el barco se hallaba a oscuras
- ¡vamos, fase 2 en progreso! - les dijo Juampi en voz baja
Empezaron a caminar muy despacio en dirección a los camarotes a ejecutar el plan. Al pasar por la despensa un olor asqueroso que venía desde un barril les llamó la atención y vieron que era un sorete, que debía de ser del francés (nunca creyeron que se lo iba a tomar en serio). se alejaron y, al pasar por las escaleras que daban a cubierta, Cleto y Luis fueron a ver si no había nadie y volvieron cargando a un pobre vigía que se había quedado dormido en la cubierta y lo llevaron y lo encerraron en el... ¡barril del sorete!. Luego fueron hacia los camarotes, una larguísima hilera de habitaciones, muchas más que muchos otros barcos (os recuerdo que era un barco manso) y empezaron a ejecutar la 2da parte del plan. Como os diré, al no haber atrapado a Juampi, el capitán, él se había quedado con las llaves de todos los lugares del barco, así que iban a usarlas para encerrar a toda la tripulación de Jopé en sus camarotes y luego... no les contaré mejor.
Todos los camarotes tenían una ventanita para ventilar en las puertas, así que aprovecharon y los espiaron un poco. El francés, estaba rezando a su dios, del cual tenía un altar en su mesita de luz, era el dios de la Pizza o algo así según su corona de aceitunas y su capa en forma triangular que parecía de queso. Que Juampi supiera, ese dios no existía, pero bueno, le rezaba una oracion como si existiera, al acabar escucharon que decía:
- En nombre de la pizza, la pasta, el peperonni y el hot dog, amén. - dijo haciendo la cruz
- jajaja, ¡estos franceses estan locos! - susurró Luis entre risas
- shhhhhhh - dijo Juampi con las llaves en mano. Lo encerraron sin problemas y pasaron al siguiente, en el que un hombre dormía profundamente, pero con la mesita de luz llena de mamaderas y un chupete en el suelo. Hablaba solo y susurraba cosas raras:
- Mami... a gugu tata.. yo quelel hacel popis!
Lo encerraron antes de que los asustara mas y fueron al otro, y luego al otro, y al otro, hasta que llegaron al de Jopé, que dormía y roncaba como un motor de camión con 500 caballos de fuerza, pero lo mejor era que estaba abrazado a un osito de peluche... ¡rosadito! y no lo soltaba por nada en el mundo y lo apretaba a su pijama de estrellitas.
Juampi se empezaba a tentar de risa, Jopé, un pirata temido por piratas, un hombre machón y temerario, al que nadie le convenía meterse con él, durmiendo con un osito de peluche y un pijama de estrellitas y lunas rosadas. Lo encerró rápido antes de que lo despierten sus risas y siguieron encerrando a los otros hasta llegar al último, un hombrecito enano y mas enano que casi no les llegaba ni a la cintura. Luego de encerrarlos, fueron a acabar la fase 2 liberando a sus compis de las celdas y por empezar su última Fase, la.... ¡3!
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