La familia piojo vivía muy requete muy feliz. En una cabeza que era como un frondoso bosque con tantos pelos y los abastecía hasta hartarse (encima, las cabezas rubias eran todo un privilegio). La usaban como un parque de diversiones, con atracciones como la Patilla Tobogán y el Rulo Giratorio, ya eran famosos y eran reconocidos por los demás piojos. Siempre los visitaban montones de piojos al día, muchos eran extranjeros y venían viajando de cabeza en cabeza desde muy lejos, otros eran locales, pero llenaban a tope el parque de diversiones.
Pero ese día fue especial, el parque se llenó y se llenó de piojos de todos lados, la Patilla Tobogán estaba siendo un éxito, todos los piojos se estaban tirando por ella, otros andaban por ahí paseando y viendo los cabellos rubios, otros caminaban por la avenida principal, que era la peinada línea del medio en la cabeza, otros surfeaban en las Olas Occidentales; y algunos andaban por por las demás atracciones, como la Noria Peluda o escalando Las Montañas Amarillas, la zona de atrás donde no se peinaba y se le hacían montones de pelo. Eran muuuuuuchísimos piojos. La familia se hizo rica y rica y con el dinero juntado compraron provisiones para el invierno , cuando hacía mas frío (cuando les cortaban el pelo) y siguieron recaudando dinero con la Patilla Tobogán hasta que de tan famosos empezaron a expandir su imperio a otras cabezas, compraron una pelirroja que les costó una fortuna porque eran las mas caras , otras rubias, unas cuantas morochas y siguieron y siguieron y hasta e hicieron tan pero tan ricos que se pagaron un cohete y hasta hoy mandan postales desde la cabeza de un alienígena.
FIN
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