Había una vez en un lejano pueblito cerca del bosque una niña llamada Lucy, de apellido Fer (Lucifer) que le hacía muucho honor al nombre, era un diablillo que no dejaba de hacerle travesuras y bromas a todos, a los vecinos, a los desconocidos, hasta a su madre. Siempre llevaba una caperuza roja, que era como la identificaban todos. Con ella se parecía mas aún a un diablito, toda roja y chiquita. Como su nombre era tan de mal augurio le habían empezado a decir Caperucita Roja, como intentando que así se vuelva buena, pero sin nada de éxito.
Un día estaba en el almacén según su madre “comprando papas para el almuerzo” aunque en realidad estaba comprando solo 2 papitas y gastándose todo el dinero en dulces para empacharse a escondidas. Mientras volvía caminando hacia su casa, todos los que la veían se iban rápido o le cerraban las ventanas. La señora de al lado de su casa la vió y de inmediato cerró las puertas y ventanas de su casa. Caperucita sabía que la señora le tenía fobia a las ratas, y ella aprovechaba y toda rata o pericote que atrapaba se lo metía en la casa y ella, ya enterada que ella era la causante de todas esas ratas que le aparecían en su casa todos los días, cerraba las puertas y ventanas siempre que a veía, para mí que debía de estar desarrollando una especie de “caperucitafobia” también.
Cuando llegó a casa, luego de decirle a su madre inocentemente que las papas “habían aumentado de precio” entro a su cuarto a empezar con los caramelos a escondidas, pero mucho tiempo no tuvo, ya que la madre la interrumpió, y le gritó desde la cocina:
- Caperucita, llévale a la abuela esta canasta con comida, que seguro tiene hambre. debes ir ´por el camino corto, que es el maaaas aburrido y feo. - dijo exagerando la frase, pero ella sabía que caperucita iba a hacer lo contrario, y su plan para deshacerse de ella funcionaría. - pero llegaras mas segura, no vayas por el largo, que es mas peligroso, que solo los valientes se atreven a ir por él. - continuó la malvada madre. Le dio la canasta y la despidió de la casa. Apenas se fué, la madre salió corriendo a llamar a sus amigas y a preparar una fiesta.
- ¡chicas, se fué, aleluya! ¡fiesta esta tarde, parranda, joda! ¡yeeea!- y empezó la fiesta.
jajajajjajaja! Muy bueno! eso es una madre!
ResponderEliminarjaja :)
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