EL BOICOT DE CUENTOS: Caperucita Roja PARTE 2

Mientras tanto, Caperucita Roja se había ido hacia el bosque por donde estaban los caminos para llegar a la casa de su abuelita.

- aver a ver, ¿voy por el largo? ¿o por el corto? ñaaaaaaaaa, mejor me voy a lo de Gadia Blito y nos comemos todo esto que se ve re riiico. Llegó a su casa al ratito. Caperucita Roja y Gadia Blito eran amigas y con muchas cosas en común, eran igual de malvadas y pillas, los vecinos las odiaban, etc.

                Se devoraron toda la comida de la abuelita, con mucho gusto ya que eran unas galletas de chocolate con miel, postre y mermelada con pan, todo exquisito. Cuando acabaron de comer y de hacer una que otra zancadilla a una que otra persona y demás, Caperucita se despidió de ella porque se le estaba haciendo tarde. Y como si nada, llenaron la canasta con un poco de pan duro, copos de maíz insípidos y unas frutas medias pasadas, como para disimular.

- bueno, ahora me voy a mi abuela
- dale - dijo su malvada amiga

        Se despidieron y Caperucita emprendió la marcha hacia su abuela. Eligió el camino largo, pensando en encontrarse con monstruos y bichos, pero resultó ser aburriiido, no pasaba ni una mosca, hasta que, mientras iba por los árboles un lobo se le cruzó por el camino, era de color negro azabache. Le dijo astutamente:

- ¿A dónde te diriges, niña?
- Sólo voy a la casa de mi indefensa abuelita, al final de camino - dijo inocentemente Caperucita - le llevo una canasta con comida
- Aaaaaah - dijo el lobo - bueno, debo irme, gracias por el dato... - dijo malvadamente, pero en maldad nadie le ganaba a Caperucita.

     Cuando se fué, dijo:
- Aay, perdón, me olvidé de decirte que NUNCA hay que meterse con una abuelita con hambre, y menos con MI abuelita, JAJAJAJAJAJA  - Dijo riéndose como una bruja.
        y siguió camino  

       Mientras tanto, el lobo había emprendido la marcha hacia la casa de la abuelita por el camino corto, pensaba llegar y comérsela de un bocado. Sus favoritos eran los bombones de abuelita. 

       Habrá pasado una hora, cuando Caperucita avistó la casa de su abuelita.

- ¡toc toc!
- ¿quien es?
-  tu nieta, Caperucita Roja! - le gritó, que era bastante sorda
-  ¿Marieta la de la pata coja?, no, señora, está equivocada,
- ¡CAPERUCITA ROJA!
- Aaaah, nena, pasa, esta abierto

             Caperucita entró a la casa y vió que sus predicciones habían sido acertadas,. Había pelos de lobo por todos lados, la habitación parecía un campo de batalla, había sillas esparcidas por el comedor, las sábanas desparramadas, hasta la dentadura de la abuelita descansaba hundida en una maceta con tierra desparramada, en fin, era un escenario de guerra la casa. La abuelita estaba recostada en su cama como si nada.

- ¿Qué paso aquí, abuela? - dijo, fingiendo sorprenderse
- nada, nada, solo un poco de lío
- bueno, te vengo a traer un poco de comida para que disfrutes, de parte de mi mamá
- ¿eeh? ¿pero no era el lobo el regalo de tu mamá? Me dijo, “Te llevaré algo muy especial para que comas”, pero te demorabas y me empezó a dar hambre y justo vino un lobo a mi puerta, y me lo comí, aunque se resistía, pero creí que era de parte de tu mamá. Bueno, mijita, ya se me fué el hambre tenía gustito rico el lobito ese. Ahora voy a hibernar un poco querida.
- bueno abuela, entonces me vuelvo a mi casa.
- Bueno
                   Y Caperucita “maligna” Roja volvió a su casa y dejó atras la de su abuelita “boa constrictor”
                                                                       FIN