EL HOMBRE MARMOLADO:

                         Había  una vez, en una provincia de un país de un continente de un planeta un chico de mas o menos de 18 años llamado  Carlitos Manuel  Santiago de las Mercedes Cataluña Páez Pérez Pascual. Era un chico normal, visto así a primera vista, pero la cosa era cuando lo veías sin remera, ahi ya no era tan normal que digamos... Muchos pensaban que tenía alguna rara enfermedad en la piel, otros que era hijo de un padre negro y una madre blanca y se había hecho una fusión, pero la cosa era que, lo que el hacía muchos deportes y salía mucho a afuera, se bronceaba mucho, pero como siempre tenía remera puesta por verguenza a que le vieran una verruga que tenía en el ombligo, donde tenía remera le quedaba blaaanco blanco y donde le daba el sol neeeegro negro, entonces el efecto era tan raro e impresionante que asombraba a todos.

                  Nunca trataba de ir a la pileta porque se le burlaban mucho. Le decían el “Hombre  Marmolado” o “El Cow Boy ( literalmente, “hombre vaca”) y a el no le gustaba. Todos le decían lo mismo, que tomara sol sin remera, pero la cosa era que en su casa no había sol, era todo cerrado, y no podía hacerlo en algún lado afuera porque le daba mucha verguenza que le viera su tórax, por la verrugota y aparte porque era flacuchento y escuálido y con muchos pelos.

                      Hasta que descubrió el magnífico producto Bronceador en Aerosol y se compró infinitos nitos y se los acabó todos y quedó más marrón que un sorete, pero feliz.

                                                              FIN

• basado en hechos reales